Escenaris Especials es una entidad sin ánimo de lucro creada por Clàudia Cedó en 2006 que hace teatro con personas en riesgo de exclusión social. Trabajamos con actores y actrices con diversidad funcional, enfermedad mental, autismo, adultos en proceso de superación de una drogadicción y jóvenes con deficiencias neuromotoras y necesidades educativas especiales. Nuestra finalidad es que en el ficciones se vea reflejada la diversidad real que existe en nuestra sociedad.
Pensamos que las historias siempre son contadas por los mismos y las personas con una discapacidad no tienen cabida como creadores en las ficciones actuales. Si fuéramos capaces de escuchar todas las voces, de mostrar toda la diversidad que, por suerte, hay en nuestro alrededor, la cultura saldría enriquecida.
Las linias de acción de Escenaris Especials son 3:
1)La escuela. Actualmente trabaja con 100 alumnos de 10 fundaciones diversas de la provincia de Girona que trabaja con personas en riesgo de exclusión social y 8 docentes/directores teatrales y dos educadoras sociales de soporte.
2)Formación a formadores. A través de talleres, seminarios, cursos formativos a profesionales del sector social, educativo, del mundo de la psicología o cualquier persona que trabaje en atención directa con personas con diversidad funcional, ofreciendo herramientas de las artes escénicas para aplicarlas a su día a día.
3)Producciones profesionales adaptadas. Creemos que es un deber incluir a actores con discapacidad en cualquier proceso de creación cultural; escucharlos, entenderlos, compartir, para que el relato sea fiel, real y cercano. A lo largo de los años hemos podido analizar que en las ficciones actuales se tiende a reflejar la etiqueta y no a las personas. Es muy inusual encontrar un buen personaje protagonista con discapacidad. Es como si nos diera miedo crearlos, mostrarlos, escribirlos. Escribirlos de verdad. Profundamente. Normalmente nos quedamos a una superficie poco profunda e irreal para no mojarnos. Y si a esto le añadimos el tono paternalista, condescendiente o dramático nos queda un cóctel que no representa para nada a ninguna de las personas con diversidad funcional que conozcamos.
La experiencia de hacer teatro con personas en riesgo de exclusión social nos ha enseñado que es de vital importancia adaptar los procesos de creación a las necesidades de cada persona; ampliando los períodos de ensayos, modificando el texto a las palabras más cómodas para cada uno, comprendiendo los ritmos de todos, etc. No se puede pretender hacer un espectáculo de reparto diverso con los timings de un montaje profesional. Además de defender que es básico y valioso para el propio proceso y el resultado de la creación, creemos que es una responsabilidad social hacerlo, de cara a construir una sociedad más justa que permita que personas con diversidad funcional puedan sobresalir en el arte y no perdernos talentos por el camino.