El Teatro-Auditorio de Cuenca es un espacio multiuso construido mediante un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Cultura, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Cuenca y el Ayuntamiento de Cuenca. Fue inaugurado el día 6 de abril de 1994 en un acto presidido por S. M. la Reina doña Sofía. La titularidad y la propiedad del edificio corresponden al Ayuntamiento de Cuenca.
El edificio, de estructura y diseño modernos, ocupa el espacio que anteriormente fue excavado por una cantera, en la falda del Cerro del Socorro, junto al río Huécar y dando frente a la ciudad antigua. Por una amplia y esbelta escalera se accede a la una plaza mirador de grandes dimensiones. Una ligera marquesina precede a la entrada, acristalada, tras la que se abren los amplios y luminosos vestíbulos. En conjunto, se puede decir que la calidad espacial es el factor predominante en el Teatro-Auditorio.
Toda la fachada principal está acristalada, de manera que, desde cualquier punto del edificio es visible, casi al alcance de la mano, el impresionante espectáculo del casco antiguo de Cuenca.
Las dos Salas forman, igualmente, unos espacios acogedores y cómodos, a la vez que funcionales. El, en apariencia, austero y sencillo equipamiento, no puede ocultar el hecho de que se trata de materiales de primera calidad, que responden a un diseño exclusivo para este edificio. Techos, cortinajes, butacas, decoración, etc., forman un agradable complemento de la fábrica arquitectónica.
La Sala Uno se distribuye en varios sectores y niveles, de manera que se consigue un agradable sentimiento de intimidad, muy distinto del que producen los gigantescos auditorios masificados. La disposición escénica favorece el que se pueda utilizar para cualquier tipo de espectáculo: música sinfónica o de cámara, teatro, danza, reuniones, asambleas, congresos, etc. El escenario de esta Sala permite tres disposiciones ambientales: de tipo teatral, de tipo musical (mediante el montaje de una caja acústica) y delante del telón de boca. Ello depende del tipo de montaje que sea más conveniente para la mejor configuración de los actos a celebrar.
La Sala Dos, coqueta y acogedora, tiene una disposición semicircular, propia de los paraninfos universitarios. Es muy adecuada para conferencias, asambleas de tipo medio, simposios, seminarios, ponencias, etc.