En 1879 el Municipio de Logroño, presidido por D. Diego de Francia, Marqués de San Nicolás, toma los acuerdos de la compra de unos terrenos y el encargo de la construcción de un teatro al arquitecto/constructor D. Félix Navarro, quien utiliza el Teatro de Gijón como modelo. La ubicación de este teatro después de desechar cinco posibles emplazamientos, entre ellos el de la Calle Mayor, fue la que hoy en día ocupa.
El 19 de septiembre de 1880 se inaugura el teatro, precisamente con la representación de diversas obras de Bretón de los Herreros, teniendo aquel 700 plazas y siendo la disposición de la sala en forma de herradura con tres niveles de palcos en todo su perímetro. El nombre que se le dio al nuevo espacio fue el de TEATRO QUINTANA aunque popularmente fue llamado TEATRO PRINCIPAL.
En la historia del teatro ocupa un lugar importante el hecho de que en él se realizara el 18 de noviembre de 1896 la primera proyección cinematográfica en Logroño. En 1901 la Caja de Ahorros Municipal compró el teatro y emprendió grandes obras de reforma interior y exterior bajo la dirección de los arquitectos D. Ignacio Velasco, primero y D. Luis Barrón, después, con modificaciones en la estructura, la cubierta y sobre todo en la fachada, dejándola como prácticamente la conocemos hoy. En 1919 se acometen modificaciones estructurales. Posteriormente, en 1951, se realiza una reforma muy importante de la mano del arquitecto D. Gonzalo Cadarso adquiriendo la apariencia anterior a la que conocemos ahora, y que probablemente todavía mucha gente recordará: palcos en forma de herradura en su parte anterior y en su fondo dos anfiteatros, de los cuales el más alto estaba rematado con unas localidades de banco fijo de madera.
Aportaciones importantes en la reconstrucción fueron la creación de un sótano en el que se dispone de un amplio foyer con barra de cafetería, la zona de camerinos considerablemente aumentada, el foso de la orquesta de mayor capacidad y el foso del escenario entre otras. Se trató de mantener al máximo el carácter y decoración de la sala principal respetando elementos ornamentales y decorativos (techos de la sala, embocadura del escenario, lámparas, barandaje de los palcos) si bien la estructura del edificio y su distribución fueron de nueva construcción propiciando de esta manera unas mayores dimensiones a expensas de los antepalcos y vestíbulos que existían con anterioridad. En mayo de 1990 el nuevo Teatro Bretón de los Herreros fue inaugurado por S.A.R. Doña Sofía, siendo desde aquel momento de propiedad municipal.
El último reacondicionamiento del teatro se acometió en los periodos de descanso de programación en los meses de verano de los años 2008, 2009 y 2010, con el propósito de no interferir en la programación habitual del mismo.
En 2008 se comenzó la primera fase, que afectó a instalaciones poco visibles al público como la reforma de camerinos y las antesalas. La segunda fase, en 2009, las obras fueron más visibles al público: La moqueta y las butacas se reemplazaron por otras más amplias, eliminando una fila para dar mayor espacio al espectador y también se colocó una marquesina nueva en la fachada. Por último, en 2010 se cambió el suelo completo del escenario, la entrada al teatro se acondicionó con una rampa de acceso en la fachada principal con el fin de facilitar la entrada a personas con minusvalía; Coincidiendo con la peatonalización de la calle principal en la que se ubica el teatro y que comparte nombre con él, también fue reemplazado el zócalo de la entrada y la fachada principal se pintó. Todo ello con una serie de adecuaciones eléctricas a la normativa vigente y una serie de reformas de los conductos de ventilación y aire acondicionado.
Desde entonces, y hasta la fecha la actividad de este espacio ha sido ininterrumpida y ha contribuido, con mucho, a un acercamiento de la realidad escénica nacional y extranjera, configurándose como uno de los centros de exhibición más importantes de nuestro país.