Argumento
Pequeñas explosiones de ideas han ido asaltándome a lo largo de mi recorrido por la creación. Estos flases de sensaciones, de sentimientos, llegan a través de diferentes momentos de mi vida. Mi familia, mis amigos, mi madurez como artista y los matices que han ido definiendo mi forma de sentir y transmitir, han hecho posible que plasme en Ciquitraque toda la ilusión acumulada en estos años. Y sobre todo, poder ensamblar el circo con la danza.
Tomando el circo como eje central de la obra se pretende entrar más allá de lo que se ve en la pista. Solo el pequeño grosor de la carpa separa la vida artística de la vida privada de cada personaje dentro de su carromato. Pero, en ocasiones, puede ser complicado evitar que las dos se entrelacen y confundan.
El mago, el domador, la mujer pantera, el payaso, incluída la dueña del circo entre otros, son algunos de los personajes que sirven de conducto para que fluyan la pasión, la ambición, el amor, la traición, la necesidad, el consuelo... Una historia de vida y muerte, donde el trapecista puede no estar en el aire por casualidad...
La música en directo y original de Fredy Valero y Fernando de la Rua, envuelven cada momento de la obra a través del flamenco y el Klezmer (música judía del Este). Instrumentos como el acordeón, el clarinete, la tuba, el chelo y la guitarra española entre otros, no han sido elegidos al azar, sino que cada personaje tiene una estrecha alianza con un instrumento que se convierte en su propia voz.
De niño era muy inquieto y corría sin parar. Entonces, mi madre, preocupada, me decía: “vas a reventar como un ciquitraque”. De mayor descubrí que eran pequeños fuegos de artificio que explotaban al chocar contra el suelo. Creo que es el momento de ser un ciquitraque, dejando que mi corazón y mis sentidos sirvan de pólvora.
Carlos Chamorro