Argumento
La pobreza, miseria y hambruna se ceban en el sur.
Mientras en el norte sólo nos preocupan las hipotecas.
En un febrero de 1.996, en plenos rigores de aquel invierno gélido, presentamos en sociedad a un pedigüeño alimenticio, Mosta, acompañado por una pobre, bella y metafísica apodada Morci y el elemento causante del trío, un tal Lombri que se autodefine mendigo de alcurnia. La obra se tituló “Maná Maná (Una crónica de parias)”
En 2.008 “Maná Maná (El regreso)”.
Después de 12 años y 22 años de trayectoria ininterrumpida, LOS ULEN vuelven a pisar los escenarios, más unidos que nunca, más curtidos, con mejores caras y sobre todo más guapos.
Paco Tous, Maite Sandoval y Pepe Quero regresan juntos.
Los textos y situaciones de “Maná Maná” se han vuelto a adueñar de la realidad. Crisis mundial, idéntica a la que vivimos en los 80, 90 y 2.000. Toda década tiene su crisis, inventada, manipulada, articulada desde las más altas esferas del poder económico y político. Cuantos multimillonarios saldrán fortalecidos de esta crisis, de aquella guerra, de aquel terremoto, huracán, epidemia o hambruna.
El capital comercia con la miseria, con la enfermedad, con la ecología y hasta con secuestrar almas.
Y siempre década tras década, generación tras generación veremos pasar a los pobres por nuestras calles. Son parte ya del paisaje, porque como dice Lombri en su monólogo “Nosotros tenemos una nueva sangre, la sangre marronzuela, los hematíes parduscos, el semen clarucho y tengo un nuevo ADM, M de miserable”.
¿Son los pobres una clase social? ¿Tal vez una raza, una etnia floreciente en las periferias de las macrourbes? Quizás la definición que Morci nos hace sobre este mundo sea la correcta “La pobreza es que es una cosa que tú te levantas por la mañana y te quedas pensando, reflexionando... ¡Madre mía, que día más largo me queda a mí por delante, pero largo, largo... , que veremos a ver como yo lo relleno!”
Y evidentemente, la conclusión final la tiene Mosta cuando dice “Si todo el mundo tuviera huevos, se acabaría el hambre en el mundo, ¿no?”