Argumento
Comienza una función más en un teatro cualquiera. Dos actores se afanan sobre el escenario por contar la historia que les ha
sido encomendada. La obra en cuestión no aporta nada nuevo, pero es ágil, incluso graciosa por momentos. Un espectáculo
más para entretenerse y después salir del teatro y picar algo en el bar de la esquina sin que el sistema nervioso sufra ninguna
alteración.
Pero algo extraño sucede durante la representación. Cuatro personas aparecen entre el público y se quedan
inmóviles observando a los actores. Esto crea una gran incomodidad, no sólo a los actores, que pierden la concentración
necesaria para seguir interpretando, sino también al público que no está acostumbrado, ni soporta bien las fracturas de la
comodísima cuarta pared.