Argumento
Hay una cama. Y en ella, desde tiempos inmemoriales yace una mujer repleta de memorias. Y desmemorias. Recuerda cosas, peripecias, nombres y avatares, recetas culinarias y canciones que hunden sus raíces en tiempos remotísimos. Es una enciclopedia viviente y eternamente moribunda. Pero su saber es un filtro, un cedazo que dice lo que es y lo que no es, lo que fue y lo que no fue…Porque hay cosas que es mejor no recordar.
Laila Ripoll nos obliga a reír, y mucho. No es una risa serena, complaciente. Es una risa cargada de píldoras de cianuro que tal vez nos pase factura al final, que tal vez nos haga preguntarnos de qué puñetas nos hemos estado riendo durante una hora y media.