Argumento
Un vigilante de seguridad se encuentra a un señor sentado en un banco de la calle. El vigilante ha sido contratado para impedir que nadie se siente en ese banco, pero el señor que está sentado es un exprofesor de latín que está dispuesto a cualquier cosa con tal de no levantarse de su asiento, ya que según él, “es lo único que le queda en la vida”.
La relación que se desarrolla a partir de ese momento entre estos dos peculiares y sorprendentes personajes, nos plantea una situación propia de la mejor tradición del teatro del absurdo, en una metáfora escénica que encierra contenidos representativos de la sociedad actual en clave de comedia.