Argumento
Un perro es abandonado en una rotonda por sus dueños. En esa rotonda, conocerá a una gata. Más tarde, morirá, incapaz de adaptarse (¿reinventarse?) a su nuevo ecosistema.
Nuestro perro, nuestro ciudadano, está aislado en una rotonda de la cual no se atreve a salir si no es mediante una orden. Nuestro perro, nuestro ciudadano, ve constantemente las muestras de que hay vida ahí fuera. Miles de coches al día, con sus ocupantes dentro, pasan a escasos metros de él. Solo necesitaría que una puerta se abriera y de ella saliera una voz diciendo sube.