Argumento
“Estoy segura de que los primeros mosaicos que recuerdo eran aquellos azulejos de los patios andaluces que nos transportaban a los palacios árabes, al Alcázar de Riqueni o la Alhambra de Morente. Siempre me causaron la sensación de una obra completa, continua y precisa formada tan sólo por mínimas piezas de colores unidas entre sí. Teselas esenciales que se unen en patrones geométricos para elogiar a la divinidad, para recordarnos que ninguna pieza es más importante que las otras y para crear un conjunto infinito y armónico. Esta unión de arte y matemática me fascina y contemplándola suelo pensar en música