Argumento
Un parque, de por sí, ya es un escenario. Citas concertadas, encuentros casuales, conversaciones fútiles que en ocasiones devienen en reflexiones profundas de dos o más individuos, hogar de indigentes, lugar de contemplación, de paseo, de juego, de seducción…
El banco se convierte en el sitio idóneo para la complicidad o el antagonismo, aunque solo sea por la proximidad física de dos desconocidos. La palabra hace el resto.
Continuidad de los parques es una colección de historias que confunden e inquietan, mediante la presentación de situaciones naturales en apariencia. Cada cosa de las que vemos cubre otra, oculta misteriosamente tras la visible.