La Pobreza se mudó a vivir a un pueblo lejano. Los campesinos del lugar quedaron sin un solo grano, después de pagar los impuestos al Rey. El único que consigue darle una paliza a la odiosa invitada es el viejo molinero. El mismo se ve involucrado en un accidente fortuito con un noble joven, que regresa al castillo. Aprovechando esta ocasión única el molinero le revela la increíble habilidad de su hija, que puede “hilar de cualquier hierba seca, un hilo de puro oro”.
De este modo Esperanza llega al palacio. Por orden del Rey, la joven debe confirmar las palabras de su padre. La pobre muchacha se entera de su dramática situación: si lo consigue - ¡vivirá como una reina! - Y si no - ¡padre e hija pagaran con sus vidas! La gigantesca tarea se ve superada con la ayuda de un extraño enano