La Isla Púrpura

Principios del siglo XX, Rusia. Vasily Arturóvich Dymogatski es el futuro de las letras teatrales. El teatro que dirige Guenadi Panfílovich quiere representar su ópera prima de título La isla púrpura. Las negociaciones para que esto ocurra parece que van por buen camino, la función será representada a mitad de temporada. Y sin embargo… hace falta el visto bueno de Savva Lukich. Lukich es el registrador de adaptabilidad, viabilidad y adecuación para las letras dramáticas; lo que se conoce como “censor”. Pero nada será fácil, Savva Lukich parte esa misma tarde a Crimea. No queda otra: en quince minutos se ha de organizar un ensayo general.