Argumento
Una pareja clausura su amor.
Él rompe el hielo y expone sus argumentos, sus quejas, su dolor, su rabia, su amor durante casi una hora. Sin interrupciones. Con un lenguaje preciso, quirúrgico, torrencial, apenas hay pausas, las frases son largas, se encadenan entre sí, las palabras se reformulan, habla sin rodeos. “¿Quién habla así hoy en día? ¡Pues yo hablo así!”, dice.
Pero cuando él termina de hablar y hace intención de irse, ella le detiene. Tras lo que acaba de escuchar debe de estar destrozada y no crees que pueda recuperarse pero sí, sí puede. Y no, no va a marcharse así como así, ahora le toca a ella rebatirle, criticarle, reprocharle, dispararle.