Argumento
Una mujer espera. A lo largo de una noche, o un día, o uno de tantos.
A lo ancho de un tiempo incierto… Espera.
Una mujer cegada por sus propios fantasmas. Desdoblada entre un dolor que la inmoviliza y una rabia que le centrifuga las entrañas, empujándola a escapar, a rebelarse … Espera.
Columpiando las horas. Tejiendo ella misma su propia mortaja.
Durante este periodo de impuesta soledad, atenazado por la ausencia, comienzan a ponerse de manifiesto los más íntimos sentimientos surgidos de la incertidumbre.
Todo un recorrido emocional por los recuerdos, los temores, las ilusiones rotas, la autodestrucción y la necesidad liberadora de desterrar el pasado para poder seguir viviendo.