Presentación
Hubo un tiempo, no hace tanto, en que la mayoría de la música que se escuchaba provenía de un pequeño grupo de instrumentistas, siempre los mismos, una decena a lo sumo, casi todos de viento y percusión. No existían los reproductores y te encontrabas a estos músicos en el baile, en misa, en el cabaret, en el cine… o en un entierro. Siempre los mismos. Eran músicos versátiles, multiinstrumentistas, buenos cantantes, cultos, divertidos e imprevisibles.. eran músicos todoterreno. Pero el ambiente se llenó de altavoces, callaron las charangas y con ellas nos callamos todos y nos convertimos en escuchadores-consumidores. La banda de la María no se resigna y para romper el maleficio irrumpe a bombo y platillo en las plazas, las calles, las celebraciones… o las conciencias: donde le dejen