Argumento
Que un deseo parezca posible o imposible no es garantía de que se cumpla. Nuestros deseos conviven con los deseos de los demás, como nosotros convivimos con amigos, familiares, conocidos, desconocidos… La convivencia modifica nuestras vidas. No somos dueños de nuestros deseos.
Hola, buenos días. ¿Quién da la vez?
Coja número.
Ah, sí, claro. Gracias, caballero. ¿Va la cosa rápida?
Bueno… depende.
¿Cuánto tiempo lleva usted aquí?
No me acuerdo. Parece que lo mío es imposible.
1 DESEO. Un espectáculo que habla de las relaciones, de lo cotidiano, del amor, del desamor, del miedo, de la alegría. Un espectáculo que se desprende del romanticismo de la frase “¡pide un deseo!”, a través de historias y vidas que coinciden por un tiempo en una sala de espera. La sala de espera de los deseos