Hércules, pasados los años y su fama, se gana la vida actuando en teatros romanos de provincias encuadrado en una troupe circense. Va contando sus hazañas (sobretodo, los 12 trabajos que la diosa Hera le encargó) al tiempo que intenta reproducirlas sobre la pista. Aunque en realidad lo que siempre ha buscado nuestro héroe es el amor de una mujer inalcanzable ya para él. Al fin y al cabo como en todas las grandes historias, acaba por florecer la auténtica historia de HÉRCULES, que en el fondo es la historia misma que desea para sí mismo todo ser humano: el haber vivido una vida de aventuras sin haber renunciado nunca a su sentido de la justicia, la lealtad y la búsqueda del sueño imposible: la eterna felicidad...