Argumento
El 26 de mayo de 1828 apareció en una plaza de Nuremberg un extraño joven. Llevaba una carta anónima, que daba algunos datos contradictorios sobre su procedencia y dejaba su suerte en manos de quien lo encontrara.
Kaspar Hauser fue acogido enseguida en la ciudad, y en todo el país, como un experimento social, político y filosófico. Se supo que había vivido aislado en un calabozo. Hasta este momento no había visto a ningún ser humano.
Su proceso de aprendizaje estuvo tutorizado fundamentalmente por Anselm von Feuerbach, que dejó testimonio de su peculiar inteligencia.
Murió asesinado en extrañas circunstancias el 17 de diciembre de 1833. En su lápida puede leerse: “Aquí yace Kaspar Hauser, enigma de su tiempo. Su nacimiento es desconocido. Su muerte, un misterio”