Argumento
Transitar por la madurez puede ser un arte.
Seis bailarines de danza contemporánea y un coro de figurantes no profesionales utilizan el movimiento para invitarnos a reflexionar sobre cómo vemos la vida. Es un ejercicio escénico que nos propone perderle el miedo al tic-tac del reloj y disfrutar plenamente del regalo de la madurez.
Tenemos una noticia que daros: el reloj de vuestra existencia avanza sin cesar y no parece dispuesto a detenerse, así que vuestro destino, si tenéis suerte, es haceros cada día más mayores y, posiblemente, más sabios. En un tiempo en el cual la vejez es cada día más larga, quizás valga la pena pararse a contemplar la belleza de una vida escurridiza, disfrutar del paso del tiempo y aprovechar aquello que nos ha enseñado la experiencia.