ESPECTÁCULOS

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Compañeros para compartir el día, aferrados al alboroto mecánico de lo diario; donde la cocina funciona como un espejo, en el que los hábitos y patrones de conducta serán observados en una danza conscientemente cortada en la letanía de los rituales sociales, para mostrar las convulsiones de nuestra realidad. Dos soledades inactivas vagan por un día de su vida, se entrelaza, cansancio, erupción…la eterna búsqueda de la belleza, pero…

¿dónde debemos [re] descubrirla, en lo ordinario, o en lo extraordinario?