En el comienzo de un nuevo tiempo impulsado por la revolución de las comunicaciones, el ser humano y sus relaciones se colocan en el centro del cambio. El ejercicio de reivindicación pública del “yo” se multiplica y, sin embargo, el individuo desdibuja su identidad en favor de una masa que lo absorbe y totaliza. El ser se oculta ante la visión que de sí mismo exhibe, abriendo la puerta a un mundo de imágenes que se relacionan entre sí. ¿Se tocan estas fotografías?, ¿cómo se afectan?, ¿toman sus propias decisiones?. En Wolves se nos invita a reflexionar sobre la condición humana ante los nuevos interrogantes abiertos con la eclosión de innovadores canales de relación.