Argumento
No hay duda de que el teatro amplifica la grandeza de lo jondo, pero es en las distancias cortas donde la vivencia se completa. Tener a los artistas asi? de cerca y ser parte de su intercambio de miradas mientras se bailan, se cantan y se tocan. So?lo eso. No es la misma esa cantin?a sevillana con bata y manto?n, sintiendo co?mo se mueve el aire. No es el mismo ese tercio por malaguen?as de Lagos sintiendo el aliento del “loco y no sentir”. No es el mismo el metal del martinete sin intermediarios para apreciar su latido. Ni es lo mismo sentir la complicidad de artistas que se saben compan?eros. Y ese olor... ese olor a vino que ensen?a el valor del tiempo.
Lo Esencial - Cía. Isabel Bayón