Argumento
Un hombre entra en el zaguán de un tanatorio justo en el momento en el que se va la luz; la oscuridad, el silencio y la humedad que se respira le evocan un soliloquio con el que recorre trazos de las vidas de personajes díscolos llegando a la suya propia.
El público empatiza con la voz que les cuenta, les dice, y mira con los ojos grandes todo lo que va experimentando: muchas carcajadas, alguna situación burda superada con habilidad, y ternura y humor a espuertas.
Y también preguntas. El especta?culo llena al pu?blico de mucha risa, emocio?n y también preguntas a las que nadie tiene obligacio?n de contestar.
Sobre el escenario vida y muerte son pareja de baile, al ritmo y son que las risas del público van marcando.
Todas las vidas deberían acabar bailando asi?.