Llegamos a la adolescencia como un robot de hojalata preparado para cualquier
cosa menos para estar tranquilamente descansados en nuestros cuerpos. A partir
de los once años unas hormonas descaradas se adueñan de nuestro
temperamento y provocan inesperados cambios en nuestro cuerpo. Como en una
película de ciencia ficción mutamos, cambiamos de forma y comenzamos a
convertirnos en un ser diferente.
Angela y Koldo tienen un deseo. Quieren volver a esa etapa y utilizar la piel como
punto de partida. Construir desde la piel un hogar lleno de sensaciones donde
descubrirse y reencontrarse en cada hueco, a cada centímetro. Un lugar seguro y
fértil donde broten las ideas y deseos de nuestra imaginación, volviéndonos
capaces de cualquier hazaña, capaces de lo imposible.