Argumento
La determinación de estar, respirar y jugar en el lugar que ocupamos, sabiendo que aquello que se repite se experimenta siempre de forma diferente. La reivindicación de un tiempo y un espacio. Desde ahí crear vínculos. Buscamos ese momento insólito, ese estar con el otro en completo equilibrio y absoluta complicidad.
Un lenguaje coreográfico que articulamos a través de un tiempo que va y vuelve, desplegándose en un espacio sonoro de recorridos cortos, fracturado y en continuo juego con el silencio. Seguimos hablando del conflicto en cualquiera de sus formas, buscando un equilibrio sin olvidar lo ambiguo, lo inestable y aquello que nos define.
Todo comienza con un suspiro y también todo parece querer terminar con otro, ambos igual de importantes, aunque disímiles.