Los textos instintivos y místicos que han pasado durante siglos de madre a hija adquieren un significado moderno y contemporáneo en un nuevo enfoque. La combinación de cuerdas, con violonchelo y guitarras acústicas y el hecho de que estas canciones son cantadas por primera vez por un hombre crea una banda sonora única que lleva al oyente al mundo profundo de las mujeres en Yemen.
Esto es Gulaza: canciones secretas de las mujeres de Yemen desveladas y cantadas por primera vez por un hombre, el hechizante Igal Mizrahi, acompañado con maestría por tres músicos en estado de gracia.