Argumento
Dios creó el mundo en seis días. El séptimo descansó. El octavo día, el ser humano decidió llevar las riendas de su propio destino…y se auto-destruyó.
La violencia es un acto intrínsecamente humano; siniestro, lleno de belleza y sensualidad. Hombres que parecen monstruos, y monstruos tan frágiles que casi parecen humanos.
Presentamos la naturaleza violenta, sensible y sensual del ser humano. Solo acciones para mirar. Solo pretendíamos mirar, ser meros espectadores. No queríamos juzgar, pero mirar nos posiciona. Mirar contiene una ideología. Mirar también es un acto con código ético y moral propio.