Imagino un cuerpo sujeto a la duda y la indecisión, que convive con la prisa del que quiere llegar y con la calma de quien sabe esperar. Un ser inconformista, valiente, que afronta miedos, acierta, encuentra y también se equivoca. Libre en la búsqueda de límites en su propia danza, sin ataduras, llena de matices, estilos y formas. Ser imaginario, ser que celebra la vida a través de la danza.