Me gusta el agua, puedo observarla durante horas y nunca me canso de contemplar su movimiento. El agua es mágica, se transforma, y sin dejar de ser la misma cambia de aspecto para viajar desde el suelo hasta el aire en una incesante transformación que no tiene fin.
Bailar el agua, ser agua y transformarme
Ahora líquida, ahora gaseosa, ahora sólida
Mil movimientos, mil texturas y colores
Quiero ser una gota, un mar, una nube, un río y viajar como el agua