“Buenos días, queridos amigos.
Mayores, pequeños y de mediana edad.
Me presento ante ustedes para contarles quien soy. Mi madre es el blues que cantaban los negros recogiendo algodón.
Mi padre el ragtime un hombre de ritmo roto y sincopado. Mis abuelos son Beethoven, Mozart y
Brahms.
Vengo de nueva Orleáns.
Volé por el mundo dejando mi swing. Chicago, New York y más tarde Brasil.
¿Quién dirías que soy? ¿Quién dirías que soy?”
Así comienza “El Viaje de Emma” una alegre niña de 10 años a la que le gusta bailar, jugar al baloncesto y cantar.
Emma estudiaba en el conservatorio canto lírico pero no le divertía. Demasiado serio, demasiado orden, demasiada partitura.... Emma necesitaba JAZZ.