Una pareja feliz, una triste realidad y tres días por delante.
Ambos han alcanzado los cuarenta al tiempo que han perdido todo. Desahuciados y con nada en la mochila, se ven condenados a iniciar un particular vía crucis que los introduce en los tres peores días de sus vidas. Y en medio de estos tres días la suerte–o la desgracia- les pone ante sí una tabla de salvación.
A partir de ahí la locura se desencadena: tienen que salvar su techo pero también tienen que salvar su conciencia. ¿Será posible tapar sus agujeros sin abrir nuevos huecos? ¿Será posible engañar a un sistema programado para que la banca siempre gane?