Argumento
Todavía nos preguntamos que mientras las artes plásticas se aceleraban a sí mismas a través de mil vanguardias, de mil revoluciones, de mil actualizaciones, la danza ha languidecido en una sustancial repetición de sí y de sus propios protocolos formales.
La Historia de la Danza (alojada como un devaneo en los desvanes de la Historia del Arte) estuvo hecha en general de retornos, de regresiones. ¿No será, toda la danza, un acto de duelo, la simple declaración – por decirlo en palabras de Forsythe – de que “nos estamos evaporando”?; ¿No será, toda la danza, un desconsuelo de la imagen?