La obra “Variación a tempo” invita a una reflexión sobre el paso del tiempo y la ambivalencia entre el cronotopo que es la unidad espacio-tiempo.
Vacío es el espacio donde el movimiento se hace posible.
En la coreografía observamos escenas sin narración, arrancados de su temporalidad, pero que aun así, sugieren que algo está sucediendo. En la música, el vacío representado ante todo por el silencio, da lugar a espacios que hacen resonar las notas musicales. En los dibujos, el tiempo reflejado en alteraciones de sombras nos sitúa en el instante y recuerda la fugacidad del momento.
Al final de todo, “Variación a tempo” es una búsqueda del instante, esa forma inasible y mutante del tiempo.