El actor amnésico, la mujer barbuda, el esqueleto viviente y la mujer de cuatro piernas nos cuentan su historia animándonos a hilvanar el conjunto de una historia cruenta, emocionante, misteriosa y desternillante, de una realidad humana enorme, llena de sombras, quizá fantástica, quizá no, y en todos los sentidos deformada. Pero quizá los monstruos somos nosotros, los que contemplamos. Las interpelaciones de los personajes al público no dejarán a nadie indiferente. A través de la provocación, del humor y de lo grotesco, el espectador experimenta el cuestionamiento de la propia realidad personal de una manera divertida que apela directamente a su inteligencia.