Soy un Payaso que buscando la alegría, un día, la encontré.
La metí en uno de mis cajones para poder, así, compartirla con el mundo entero.
Hoy ando vagando por los caminos, siguiendo los pasos de mis zapatones, cargando con mi enorme maleta, de un lugar a otro, empujando la mayor de las posesiones, la felicidad y..., !Empezamos¡, los cajones se abren, las emociones brotan...
Justo en ese preciso instante donde la felicidad fluye por
todos los presentes, puedo estar tranquilo, relajado, y por
fin, esta noche, podre dormir satisfecho, sabiendo que he
conseguido ser él guardián de la alegría.