Argumento
La obra toma como punto de partida las huellas que ha dejado la violencia en Colombia y cómo el desplazamiento forzado ha sido una de las consecuencias más evidentes del conflicto armado. Las imágenes de violencia resultan inevitables, aunque muy lejos de cualquier denuncia literal o partidista. Más bien, se trata de observar la forma en que los cuerpos son agredidos y amenazados mientras parecen refugiarse en un mundo interior y ocultar la mirada frente a la realidad agobiante. Tal como hace el avestruz cuando esconde la cabeza en la tierra. El espacio donde se relacionan los personajes y los cuerpos transidos por el agobio y el desarraigo es un paisaje desolado y crudo de tierra negra. Tierra arrasada que se extiende como un campo sepulcral y que invita a los cuerpos a hundirse en ella.