La propuesta surge a partir de un trabajo escénico previo cuya temática se centraba en la violencia de género.
Para profundizar el director entrevistó a más de cincuenta víctimas de maltrato de varias asociaciones sevillanas. El personaje de Baby Santana protagonista de Los Ojos de la Ira, responde al impacto que causan en él la crudeza de éstos testimonios. El autor y director de la obra se resarce de su malestar y dolor ante esa realidad con la misma impiedad.
La propuesta escénica incluye un coloquio posterior con la actriz y con el director y autor para explicar el proceso creativo y como el personaje surge de una serie de casos reales.