Harakiri quiere librar de tabús y estigmas todo lo que rodea al suicidio y cederle espacio y escucha. El espectáculo pone en común las preguntas generadas por el duelo, a través de la presencia de una madre que se explica a sí misma después de morir. ¿Es posible que una madre nos enseña más viva que muerta? ¿Es posible que el suicidio de alguien nos haga más libres?