...Escribo estas líneas desde una realidad que pareciera invisible, esa que consume al artista. Escribo desde mi más profunda resiliencia, con el fango hasta la cintura y engullido en una trinchera infinita, donde esquivo golpes para no caerme. Vivo en el doloroso ejercicio de la frustración, de recomponerme a
cada minuto, de la aceptación a reconocerme, a saber lo que un día fuimos , lo que hoy somos, ¡Lo que soy!.