Aporía nace de la necesidad de crear una pieza con un mensaje de fondo ( más allá del trabajo coreográfico ) que haga reflexionar al espectador mostrando una realidad por la que pasan muchas mujeres.
Con Aporía (del griego y que se refiere a algo racionalmente difícil de entender) la autora ha querido transmitir a través del baile, la música y la poesía, la transformación que se manifiesta en el cuerpo, el diálogo interno y la manera vivir la vida cuando se ve inmersa en una relación tóxico/afectiva.
Pieza dividida en cuatro escenas con un hilo conductor que va llevando al espectador a experimentar la emocionalidad en cada una de las fases.
Al final del espectáculo se crea de manera opcional un espacio de reflexión sobre la temática del mismo, abierto a la participación del público.