Más allá de la realidad o de la ficción que pueda encarnar el trabajo de Flaherty, la música finalmente irá entretejiendo los diferentes elementos sonoros hacia una inevitable lectura sobre la película que reflexiona sobre la fragilidad, la ternura y lo descarnado de las vidas destinadas a convivir y encontrarse, ya para morir o ya para sobrevivir, en tan extremo ecosistema; un ecosistema donde la naturaleza caníbal de la vida en la tierra se vuelve particularmente imperiosa.