¡Ay, el amor!
El amor romántico, el loco y el tóxico.
El amor verdadero y el asintomático.
El amor estúpido, el adolescente, el nonagenario y el acostumbrado.
El amor de los boleros, el de las baladas, el de bailar pegados.
El que te vuelve tarumba, ese que si te dice ven… ¿lo dejas todo?.
El amor desesperado y el bien entendido, que es el que empieza por uno mismo. Que ya lo dice mi madre (que tiene un ojo clínico... y el otro vago, como su novio, pero esa es otra historia): el amor, apesta. Y aún así, lo que nos gusta.
¿A ti también te avisa el corazón cuando se resquebraja?
Una comedia, que no sabemos si es romántica, pero que tenemos claro que es comedia.