La obra Hemingway nos adentra en el ser humano que hay cuando se deshace el mito, en sus debilidades, su vulnerabilidad, cuando las heridas de guerras y viajes, el alcohol y los cócteles de medicamentos han hecho de él una sombra de lo que fue.
En los últimos meses de su vida, ingresado en una clínica psiquiátrica y sometido a electroshock para cortar sus impulsos suicidas, entablará con su enfermero un diálogo en el que se mezclan los recuerdos reales con las distorsiones oníricas provocadas por su estado mental. El enfermero que comparte sus últimos días con él será su testigo privilegiado a la vez que su conciencia y el único que parece romper su soledad final.