Conocido como "El hombre elefante" debido a la malformación que sufría, Joseph sufrió incontables vejaciones a lo largo de su vida y podemos afirmar que la cantidad de desgracias que sufrió eran directamente proporcionales a su calidad humana.
Nunca mostró ni un gramo de maldad ni ánimo de venganza. Era todo bondad y agradecimiento. Educado, culto, gran lector y poeta. Fue capaz de superar la muerte de su madre, el abandono de su padre, penurias laborales, la vida en el circo o el escarnio público haciendo gala de una resiliencia ejemplar.
Muchos en su piel, se hubieron derrumbado, pero Joseph Merrick, el hombre elefante, era el ser más humano que la humanidad ha conocido. Y ahora y siempre, será eterno.