Este espectáculo pone en valor la capacidad de las personas de
experimentar con sus cuerpos o su imaginación, de jugar
diferentes roles, de interactuar con el mundo de formas diversas, de
indagar en las relaciones, de probar, de buscar. En definitiva, la
capacidad de investigar diferentes opciones y profundizar en ellas.
ESNA surge de la necesidad de reivindicar este valor en una
sociedad desconfiada, que tiende a etiquetarlo todo y a toda prisa.
Sus creadores reclaman el derecho al error y también al fracaso si
deseamos entender la vida en toda su profundidad. Y sobre todo,
quieren ofrecer aliento.