Cuando era pequeña y jugaba con mis muñecas les inventaba la vida que yo soñaba tener, sin embargo, nunca imaginé que la realidad sería esto: un mundo en el que Barbie toma antidepresivos porque no se soporta, porque su cuerpo de Barbie le da asco, porque está cansada de que jueguen con ella... Vaya mierda de vida, quizá por eso nunca la imaginé.