El bailarín y coreógrafo Magí Serra reflexiona sobre cómo habitamos los espacios. Lo hace en el marco del movimiento que generan las formas del ser humano para posicionarse en el espacio público, sea urbano o natural. Tratando ese factor tan cotidiono, Magí recupera un sentido primogénito de la danza, aquel que nos sirve para integrarnos en el entorno, la catarsis. A lo largo de la pieza se pone el espectador delante de esa coyuntura con la intención de encontrar brechas para soportar las limitaciones que la sociedad actual nos brinda y quién sabe, encontrar un breve sentido de comunidad.