La obra tiene como punto de partida la profundidad "dermatológica" que nos propone Paul Valéry cuando afirma que la parte más profunda del cuerpo humano es la piel.
¿Es por tanto la piel un puente de conexión entre lo interno y lo externo? Aquí es donde vamos a centrar nuestro trabajo corporal y escénico como creadoras, a través de un recorrido que transcurre desde el nacimiento hasta la mismísima muerte.