En el otoño de nuestras vidas nos corresponde
soltar, liberarnos de lo que ya no necesitamos,
desapegarnos de las formas que ya no dan fruto,
encontrar un lugar de calma interior y
prepararnos para volver a empezar.
Luz sabia y madura receptiva a la intuición;
melancolía, retirada del mundo exterior, física
y mentalmente. Tiempo de muerte para poder
resurgir. Nada de lo que vivimos pasa por
casualidad.
La Dama de otoño es un proyecto artístico que
visibiliza a las mujeres de una generación: las
nacidas a mitad del siglo XX. Es una obra
intimista que viaja a través de las edades de la
mujer haciendo un recorrido por las diferentes
estaciones del año, que se asemejan a los
momentos vitales